Esto es aire
Quizá lo único bueno que estos tiempos (que Terry Pratchett llamaría “tiempos interesantes”) hayan traído, sea haber descubierto la potencia, cercanía y facilidad de uso de internet para el trabajo con perros, para el trabajo de quienes trabajamos con perros. Todo lo que habíamos vivido a nivel formativo, así como de entrenamiento y comportamentalismo canino era apenas la punta del iceberg de las posibilidades.
¿Realmente era ayer cuando nuestros clientes tenían que aprender a realizar ejercicios con sus perros replicando una o dos repeticiones que nosotr@s hacíamos en una sesión presencial, sin apoyo de videos demostrativos siempre disponibles para que accedieran a ellos cuando lo necesitaran para recordar con exactitud la técnica? ¿Realmente era ayer cuando no podíamos ver el avance de nuestros clientes hasta volver a su casa días después?
¿Realmente era ayer cuando teníamos que programar viajes cruzando el mundo para compartir conocimientos, invirtiendo todas las horas, toda la atención, todo el dinero durante un tiempo concreto?
¿Realmente era ayer cuando para formar parte de un club deportivo canino sólo disponíamos de acudir un par de días concretos a la semana a unas instalaciones, rezando porque hiciera buen tiempo, y luego apañarnos solos, medio improvisando, en el parque?
¿Realmente era ayer esa edad de piedra del comportamentalismo canino?
Quizá un virus de inacción, de acomodo, de ininteligencia llevaba muchos años comiéndose por dentro al comportamentalismo y entrenamiento canino, alejándonos a un@s de otr@s y enfrentándonos, ralentizando todo lo que hacíamos y aprendíamos. Nos hemos movido por lo espeso y hemos creído que su pesadez e incomodidad eran inevitables.
La distancia y la simultaneidad han sido las principales limitaciones comunicativas que han sufrido y lastrado el avance de nuestro sector de forma orgánica en TODOS sus aspectos, en TODAS sus áreas: desde la formación, hasta el trabajo directo con perros. Y no lo sabíamos ver, era como el agua para los peces: invisible porque nos rodeaba por completo.
Una comunidad que vence la distancia y la simultaneidad de presencia es una comunidad que ha vencido a la lentitud pesada del agua y que puede empezar a moverse por el aire con ligereza. El tiempo y el espacio son dimensiones virtuales en nuestra profesión, y así debemos entenderlos.
Una comunidad que se vuelve híbrida, incorporando el espacio virtual compartido no como un añadido sino como sus alas para volar es una comunidad que suelta todos sus lastres y entra en una nueva era de eficacia, sencillez, diversión y avance colectivo que beneficia a tod@s sus componentes.
Y esto es My EDUCAN.
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